Carátula del Calendario de Mandalas de Procesos 2017. La Rueda de la vida. Acrílico sobre tela. 16" x 20".2009 |
Arriba…Abajo…A
la derecha…A la izquierda…Son todas experiencias de cómo sentimos la vida.
Todas ellas, celebraciones de momentos que solo son percepciones personales, en
cada una de estas posiciones nos encontraremos en algún momento en la eterna
rueda de la vida. En cualquiera de ellas, lo importante será reconocer que esa
también pasará.
En
la rueda de la vida estamos todos los que vivimos en el planeta, algunos
estarán conscientes de este movimiento, otros viven como si la vida solo se
moviera a su voluntad. Muchas personas
solo se percatan del movimiento cuando éste no les es favorable y buscan con
desespero que todo regrese a como era antes del cambio. Otros están contentos mientras
pueden balancearse como trapecistas en una estabilidad que les es funcional
y allí se mantienen a veces por toda la
vida.
Vivir
es sinónimo de movimiento y cambio, nada que este vivo está estático, Querer
estar siempre en la parte superior de la rueda como único lugar posible de
bienestar es una ilusión imposible de lograr. Para estar realmente vivo hay que
experimentar la vida en todas sus manifestaciones en sus luces, sus sombras y
en todas las posiciones.
La
rueda se mueve y todos con ella cambiamos de posición y cada cambio requiere
otros comportamientos y el desarrollo de nuevas fortalezas para vivirlo. El
apego que solemos experimentar al lugar que nos agrada no es parte de la rueda
es nuestro ego que quiere aferrarse a lo conocido.
Por
este apego es que vemos personas que aunque lo estén pasando fatal están apegadas
a ese estado pero si aprenden a soltar se mueven con la rueda a otro lugar
quizás más favorable. La realidad es que tanto si es maravilloso donde estamos
en la rueda, como si es terrible esto
también pasara y apegarnos solo nos causa más conflictos y dolor.
La
autora es Psicóloga Clínica en práctica privada.
(787)399-3114
thaliacuadrado@gmail.com
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